martes, 10 de julio de 2007

Capítulo 31: "El Principio del Fin"

Batsu se acercó un poco a ella, cruzó los brazos y le dijo:

-No fue difícil dar con tu paradero. Esa muchacha no soportó más de una semana de tortura. Creo que se volvió loca después de eso. Hablaba todo el tiempo de un tal LuxFero.

-Akemi... -murmuró Kayla sorprendida.

-No entiendo como llegó a sobrevivir, pero lo hizo y no la podía dejar abandonada en la nieve. Resultó ser muy útil.

El cazador sonrió con malicia. Kayla empuñó las manos de furia.

-¡Silencio! -gritó la Anxelin al mismo tiempo que sus ojos brillaban con intensidad.

Batsu salió disparado hacia atrás y se estrelló contra un árbol. Después de unos segundos se levantó tranquilamente, como si nada hubiese pasado.

-Veo que quieres jugar... pues adelante.

Una pelea que llegaría tarde o temprano, era tiempo de hacerle frente a quien ella consideraba su mayor rival. Caminaron alrededor de los árboles sin quitarse la miradas. La batalla más grande de su vida. Esperaba sobrevivir.
Los dos extendieron sus brazos al mismo tiempo con rapidez, sus ojos brillaron como nunca antes y las energías de cada uno, invisibles a cualquier ojo, colisionaron haciendo que los árboles llegaran incluso a doblarse tal y como si estuviesen hechos de una sustancia blanda capaz de ser moldeada de cualquier forma.
Batsu y Kayla estaban al límite, todas sus fuerzas estaban concentradas en acabar con el otro. De repente fue tan grande el choque de poderes que los dos salieron disparados hacia atrás con fuerza. Estaban igualados en energía, pero no en habilidades.

-Eso no es suficiente... -farfulló Batsu mientras se volvía a poner de pie y corría sobre el accidentado terreno hacia Kayla.

La Anxelin no estaba dispuesta a perder e hizo lo mismo, corrió sin cesar hasta su enemigo. Era necesario que saliera victoriosa.
Sus puños se encontraron, el choque de energía nuevamente fue devastador y los árboles cercanos se destruyeron. Nuevamente intentaban dañar al otro, pero todos sus golpes se encontraban. Ninguno lograba su cometido aun.

Ningen corrió hasta un montículo, desde ahí se podía ver todo. La ciudad estaba siendo saqueada y destruida, los soldados y guerreros Kijutsu que aun quedaban vivos no eran problema para las fuerzas del enemigo.

-Tu madre me pidió que si al acabar el día ella o Eizan no regresaban te llevara conmigo muy lejos de aquí -dijo Ningen sonriendo-. Descuida, serás bienvenido en mi familia. Mi hijo tiene unos meses más que tú, crecerías como su hermano.

El bebé sólo dormía. Después de decir eso el muchacho guardó silencio y esperó que la madre de la criatura y su futuro padre estuviesen bien.

Sus enormes poderes hacían que el medio a su alrededor se distorsionara. Cada golpe soltaba una onda de energía que destruía cualquier cosa que se encontrara cerca, en este caso los cientos de árboles del bosque.
Batsu dio un golpe al aire dirigido hacia Kayla, la Anxelin rodó hacia el lado y el lugar en el que estaba antes se hundió como si una roca enorme hubiese caido ahí. La muchacha hizo lo mismo, pero el cazador no pudo escapar, el golpe lo empujó contra lo que quedaba de los árboles que los rodeaban. Kayla aprovechó eso e intentó volver a atacarlo, pero Batsu rápidamente extendió su brazo y cientos de rayos salieron de la palma de su mano para envolver a la chica en un manto de intenso dolor. La Anxelin cayó a tierra malherida por el ataque.

-Me has subestimado... -dijo el cazador mientras se acercaba ella y se preparaba para hacer lo mismo de nuevo.

De repente Kayla abrió los ojos, estos brillaron con intensidad y Batsu retrocedió varios metros en contra de su voluntad.

-¡Tú me has subestimado a mí...! -gritó con furia.

Dio un salto hacia su enemigo, lo tomó de un brazo y lo azotó contra el trono de un árbol destruido. Luego el Anxelin la sujetó fuerte y la golpeó en el rostro. Kayla lo alejó de él, se disponía realizar su último movimiento. Corrió hacia él furiosa, con el puño en alto. El Anxelin hizo lo mismo. Así con sus cuerpos brillando por completo arremetieron el uno contra el otro.
Una cegadora luz cubrió todo el lugar, incluso a la ciudad.
Los soldados que luchaban en la ciudad se detuvieron, los dragones dejaron de volar y se posaron sobre las casas y los muros.
El viejo Amawta, Isao y Aixa, luego de que el resplandor desapareciera, miraron desconcertados hacia el bosque que se encontraba a un lado de la ciudad. Al parecer todo había terminado o estaba a punto de terminar.

Batsu se acercó tranquilamente hacia Kayla mientras esta se levantaba con dificultad.

-No te molestes en hacerlo -dijo el cazador extendiendo su brazo a unos metros de ella-. Pronto no te volverás a colocar de pie.

Su hora llegaba, no podría criar a su bebé junto a Eizan. Tan feliz hubiese sido así, pero el destino le tenía preparada otra cosa, algo que ella en su corazón no quería aceptar.
Logró levantarse y mantenerse erguida unos momentos, aunque se tambaleaba un poco, todas las fuerzas las había gastado en la pelea. Lo observó con coraje, no lo complacería con su tristeza. Sonrió.

-Luces igual que tu marido antes de morir -le dijo haciendo un gesto de repulsión-. Esa mirada de victoria, aun cuando estas a punto de perecer... no la soporto.

Escuchar el nombre de su difunto marido no le entristeció. Había comprendido, con la ayuda de Aixa, que la muerte de Tensai no fue en vano. Esto no se trataba de salvarla a ella o a él, sino que del bebé. Si su hijo estaba a salvo los dos estarían felices aun cuando la muerte los rondara.

-Adelante... hazlo -le pidió con indiferencia.

Kayla cerró los ojos y esperó. Momentos después sintió un horrible estruendo, como el sonido de los rayos en una tormenta. Pero nada sucedió. Abrió los ojos pensando que había muerto tan rápidamente ni siquiera había sentido el ataque. Entonces grande fue su sorpresa cuando vio a un muchacho dándole la espalda. Era Eizan. Él había recibido el ataque por ella.

El momento le pareció eterno, como si el cuerpo de su amado cayera lentamente. Por su cabeza pasaron cientos de imágenes, desde el momento en que le había preguntado su nombre en la playa hasta hacía un rato atras, cuando cada uno demostró lo que sentía.

-¡Aguanta por favor! -le pidió entre sollozos.

Eizan abrió los ojos y tocó suavemente el rostro de Kayla.

-Me alegra tanto... que estés bien... creí que llegaría tarde... -dijo el Tsathi-. Prefiero morir... antes que...

El muchacho no terminó la oración. Sus ojos volvieron a cerrarse, su mano dejó de acariciar el rostro de Kayla. Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
El dolor en su corazón, no lo podía aguantar, era enorme. Soltó un grito de desesperación junto al cuerpo del Tsathi. La tierra tembló y su hijo despertó de golpe en los brazos de Ningen a kilómetros del lugar.

-¡Eizan! ¡Eizan! -exclamó, pero el chico no respondió a su llamado.

Lloró amargamente frente al cazador. Sus lágrimas caían sobre el sonriente Eizan.
Kayla levantó su mirada, llena de odio, tristeza y dolor. Batsu se preparó para recibir cualquier tipo de represalia, pero de pronto la expresión de la chica cambió. Parecía perdida en un lugar desconocido, ya no le miraba a él, ya no miraba a ningún lado.
La Anxelin se levantó, su corazón estaba destrozado totalmente, un dolor que nunca podría explicar recorría su cuerpo.
Batsu extendió el brazo hacia ella y lanzó el mismo ataque que había matado a Tensai meses atrás, aunque esta vez cerró los ojos, algo le hacía sentir que estaba mal hacerlo, pero no se guió por aquella emoción.
El dolor físico no se comparó con el que sentía en lo profundo de su ser. Cayó al suelo junto al cuerpo de su amado. su mirada se desvió hacia un lado, ahí vio al mismo muchacho que hace tiempo se había aparecido en uno de sus sueños. El chico vestía de negro y llevaba un pañuelo rojo amarrado en el brazo izquierdo. Ella sonrió. Entonces el rostro del extraño cambió, ahora el parecido con su fallecido marido Tensai hizo que lo mirara con mayor atención. El muchacho le devolvió la sonrisa y le dijo:

-Gracias... mamá.

Se derramaron las últimas lágrimas de su rostro al escucharlo. Su hijo estaba a salvo, sería criado con cariño, lamentablemente no por ella, pero crecería fuerte, ahora lo sabía con certeza. Sonrió alegremente. Poco a poco su cuerpo comenzó a desaparecer, a dividirse en centellas que se elevaron al cielo.

-Si estoy equivocado, si he sido manipulado, pagaré con creces lo que he realizado -dijo Batsu para si mientras abandonaba el lugar con una sensación extraña en su pecho.

Desde la ciudad observaron puntos brillantes que subían con lentitud, atravesando las nubes y reuniéndose con las estrellas.

-Ha cumplido con su destino... -dijo Aixa sollozando.

-Kayla... -murmuró Isao mientras algunas lágrimas se agrupana en sus ojos.

Amawta sonrió y golpeó con su bastón el suelo una vez.
De alguna forma Ningen sabía que todo había terminado, algo le decía que así era. En ese momento las nubes se esparcieron y desde el cielo cayeron rocas rodeadas de fuego, las que aplastaron al ejército que invadía la ciudad. Nadie de la tribu Senso quedó en pie después de eso.
Ningen con asombró observaba lo que sucedía, los ojos del hijo de Kayla brillaban intensamente. Después de que el enemigo fuese destruido comenzó a llover. El fuego dejado por las rocas caídas se apagó.

Kayla comprendió su misión un poco antes de morir. Todo lo sucedido no era simple coincidencia, el objeto fijado milenios antes se había logrado con satisfacción.

Una pequeña parte de lo dicho por los antiguos sabios se había cumplido. El nacimiento del enviado y la desaparición de quienes no debieron enfrentarse a él. Desde ese momento todo el mundo cambiaría, los humanos, las criaturas, la tierra en sí. Este sólo era el principio del fin.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

NNNNNNNNNNNNNNOOOOOOOOOOOOOOO kewin como pudiste eres un escritor cruel los mataste a los dos, sniff, malo...

...y nunca supe cual era el ultimo deseo que tensai susurro y el otro no entendió, quedé... ????????????

exijo una explicación?

Anónimo dijo...

...Pero igual, te mereces una gran felicitación, tienes mucho talento, siempre he pensado que los libros son una ventana a otros mundos, a nuestros sueños, y tu logras transportarme a ellos.

Me gusta la manera que enlazas retrospectivas, ya te lo había dicho, pero es que realmente me sorprende la habilidad que tienes, tómate en serio lo de ser escritor, tu sabes que no miento eres bakannissiimo escribiendo sigue así, con ese entusiasmo y tenacidad, porque a pesar de tener otras responsabilidades, igual escapas a tus sueños.