No tenía idea de lo que estaba hablando, tal vez la había confundido, qué era eso de Shinigami.
Kayla se sentó nuevamente vigilada por las confundidas miradas de Tensai y Akemi.
-¿Qué es Shinigami? -preguntó Akemi.
-Yo no se su significado, pero se que es el enviado del supremo -respondió Toshi-. También se, que tu amiga de cabello negro lo lleva en su vientre.
Los tres quedaron perplejos, sus ojos abiertos al máximo revelaban la sorpresa que se habían llevado. Toshi soltó una carcajada y luego entre risa dijo:
-Creo... que no... lo sabían.
Tensai, Kayla y Akemi se miraban confundidos.
-Bien... se los diré -les dijo calmándose y tragando bocanadas de aire-. Hace ciento cincuenta años mi padre dijo que había tenido una visión, en la que aparecía un muchacho humano vestido de negro y con un pañuelo rojo atado en el brazo izquierdo, inclusive, el lo dibujó.
Tensai frunció el entrecejo y recordó aquel sueño, la descripción del joven era como la del mismo que él había visto antes.
Toshi entro a una sala contigua y luego de unos segundos regresó con un cuadro , con marco de cristal, y se lo mostró a los tres.
-¿Quién es él? -preguntó Akemi levantándose y acercándose a Toshi.
-Él es el Shinigami -respondió el viejo.
En la pintura aparecía un ser cubierto con una capa negra. De su espalda se expandían dos alas tan oscuras como la noche. Sostenía un cetro de cristal con una cuchilla curva ensartada en la parte superior de este.
El individuo estaba de pie sobre una gran roca. A su alrededor se podían ver claramente el agitado mar, un huracán que bajaba del cielo y un volcán que hacía erupción.
-No es de este mundo -informó Toshi-, él es un enviado del supremo que mora en el Tengoku.
-¿Qué tiene que ver conmigo? -preguntó Kayla.
Toshi colocó el cuadro en el piso, volvió a entrar en el cuarto contiguo para salir nuevamente con otra pintura que les mostró.
Kayla observó detenidamente, la expresión confusa de su rostro pasó a ser de asombro, no podía creer lo que veía.
En la pintura se apreciaba una mujer, vestimenta, cabello y alas negras que tomaba de la mano a un niño, el cual era muy parecido a ella.
-Soy... yo -dijo Kayla sorprendida.
Al escucharla Tensai se acercó y vio el cuadro. Era sorprendente, el parecido era sorprendente.
-Después de hacer estos dos, mi padre hizo una vara de cristal y le colocó una afilada cuchilla en curva, como la que sostiene el Shinigami en la pintura. En la otra, el muchacho al que le das la mano es tu hijo -dijo Toshi.
La expresión de sorpresa en los rostros de Tensai y Akemi volvió a aparecer, al contrario de Kayla, quien sólo sonrió.
-Él se está desarrollando dentro de ti -le informó Toshi con una gran sonrisa en el rostro.
-De alguna forma... de alguna forma lo sé, puedo sentirlo -respondió Kayla tocando su vientre.
Tensai sintió como algo inundaba todo su ser, algo que no podía explicar, una emoción muy fuerte, era algo que lo hacía extremadamente feliz. Pensó en acercase a su mujer y darle un fuerte abrazo, pero en ese instante Toshi lo interrumpió.
-Estoy seguro de que sientes bastante felicidad, tu hijo es el enviado del supremo -le dijo el viejo riendo.
-Mi felicidad se da por el simple hecho de que es mi hijo, que sea el enviado poca relación tiene con lo que siento -respondió Tensai mientras se acercaba a Kayla.
-¿Qué nombre le pondrás? -preguntó Akemi tocando el hombro de su amiga.
-Debo pensarlo -contestó Kayla sonriente.
Toshi se acercó a los tres Anxelin, su expresión se tornó oscura, seria. Faltaba algo que decir.
-Tengan extremo cuidado, puesto que muchos persiguen a esta criatura, él debe nacer en un lugar donde el mal no le aceche -informó el viejo.
Aquello los trajo de vuelta al mundo real, se habían desviado tanto de su camino con la excelente noticia que olvidaron por completo que estaban huyendo. No podían dejarse atrapar y menos ahora cuando un bebé venía en camino. Tensai y Akemi caminaron hasta la puerta de la casa dejando atrás a Kayla y a Toshi.
-Debo entregarte algo muchacha -le dijo el viejo cuando los otros dos salieron del salón.
Kayla asintió y Toshi salió del salón, después de unos momentos regresó con una vara de cristal casi del mismo tamaño de la Anxelin. El anciano se la entregó y le dijo:
-Mi padre dijo que un día llegarías acompañada de otros dos y que tenía que darte esto.
-Muchas gracias por todo -respondió Kayla sonriendo-, especialmente por esta vara.
Toshi cerró los ojos y meneó la cabeza, luego arrebató suavemente el baston de cristal de las manos de Kayla, golpeó el suelo con este una vez y una afilada cuchilla en curva se levantó rápidamente de la vara sorprendiendo a la Anxelin.
-Algún día la necesitaras -dijo Toshi devolviéndole la vara-. Sólo basta un golpe y la cuchilla se levantará.
Kayla la recibió y asintió, en ese momento Tensai y Akemi volvían.
-Hay varios Anxelin en la calle, no podremos escapar -dijo Akemi.
-No se preocupen, pasen la noche aquí y recuperen fuerzas -les dijo Toshi-. Yo no permitiré que algo las suceda.
Decidieron quedarse. Toshi no parecía ni era alguien malvado, de seguro los ayudaría sin importar lo que pasara. Pero ahora habían cosas más importantes rondando en la mente de los tres, el bebé.
Entonces comprendieron, los sabios no estaban detrás de Kayla, sino que detrás del bebé, pero aun era confuso, no sabían la razón que tenían para hacerlo, pero fuese lo que fuese no permitirían que nada malo les sucediera a los dos. Tenían que llegar a Terraconce lo más rápido posible.
sábado, 28 de abril de 2007
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4 comentarios:
oye kevin mas de 100 vistas, te felicito
da resultado tu blog
ke bkn
saludos
grupo especial de operaciones
chile
( G.E.O )
" SI EL DEBER ME LLEVA LA MUERTE, LA MUERTE ME LLEVARÁ A LA GLORIA "
Te posteo solo para que me mandes la grabacion de procesal XD, cumplo con mi deber no más.
Bzitos niño
Felicitaciones por todas sus visitas y siga escribiendo que tiene talento para esto.
Cuidese harto
El comentario es mio :p no es que haya suprimido alguna opinión de alguien más
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