Un pequeño carruaje, sólo para una persona, recorría el sombrío bosque. Guiados por la luz de la luna los soldados caminaban sin temor alguno por la carretera de tierra. Eran Serpens, una raza de individuos que se caracterizaban por ser semejantes a las víboras. Llevaban delgadas armaduras; vestían ropas de un color entre verde y negro.
Avanzaban a un lado del transporte que iba a la misma velocidad que ellos, tirado por dos criaturas de cuatro patas parecidas a unos lagartos gigantes.
Se detuvieron todos al mismo tiempo cuando desde una pequeña colina, en la que el bosque terminaba, vieron un centenar de luces. Habían llegado a la capital del reino. De pronto, alguien bajó del carruaje ayudada por uno de los Serpens, el cual parecía tener un rango mayor a los otros.
-Mi señora, hemos llegado al fin -dijo con un siseo.
La mujer caminó al frente de todos para observar con más detalle. Vestía completamente de blanco, de seguro era piel perteneciente a un, ya inexistente, dragón de las cordilleras. Su cabello era blanco como la nieve al igual que su piel, era una mujer bastante hermosa.
-Justo a tiempo... -dijo ella con una sonrisa en el rostro.
Volvió a subir al pequeño carruaje, el Serpens que le había ayudado a bajar siseó una vez y todos avanzaron por el camino, en muy poco tiempo estarían en la entrada de la capital. Prosiguieron hasta nuevamente perderse entre los pocos árboles que quedaban en el límite del bosque.
-La capital ha sido sitiada -dijo Isao inmediatamente después de tomar asiento en la sala donde se reunían los miembros de la tribu más importantes.
Un muchacho de cabello negro y ondulado, tez morena, muy parecido a él le acompañaba.
-Entonces ya ha comenzado -dijo Aixa que se encontraba sentada cerca de Nereo.
La sala era amplia, con varios asientos que formaban un círculo. En los muros habían varias pinturas que representaban sucesos históricos antiguos y alguna que otra escultura de los líderes más importantes de la tribu Kaji.
-Él está aquí ¿no? -preguntó Isao.
-Por supuesto, lo hemos mantenido a salvo de todo esto... -dijo Aixa con un poco de molestia.
Isao y Nereo la observaron con curiosidad, algo le causaba incomodidad.
-¿Piensas que el enviado debe alejarse de todo para lo que ha sido preparado? -le preguntó Isao con curiosidad.
-No ha sido preparado Isao. Tiene dieciocho años y si pretendes que se enfrente a la criatura ancestral, entonces no durará ni siquiera un minuto con vida -espetó Aixa.
-Aixa...
-Es cierto Nereo, no puede hacerlo... -interrumpió Aixa.
-Si puede hacerlo, debes aceptarlo. Ya no es el bebé que tuviste en brazos luego de la muerte de su madre. Además tu sabes que Kayla murió para que él cumpliera con su destino -contradijo Isao.
-¡No es así! -exclamó Aixa-. Kayla murió por más que eso.
Isao movió la cabeza, negando lo que Aixa decía.
-Por favor, Sensei Isao, Aixa -intentó calmarlos Nereo-. Hay que concentrarse en el reino y en lo que se acerca.
-Sensei Nereo tiene razón padre -dijo el muchacho-. Debes contarle lo que ha sucedido.
Isao observó al chico y asintió, era lo más coherente que podían hacer en ese momento.
-Kerbasi ha tomado el trono por la fuerza, y no sólo eso, sino que también asesinó a los representantes de cada ciudad, con lo que ha logrado que haya caos en cada rincón de esta tierra. Las tropas leales al fallecido rey Conrado han sido eliminadas en su mayoría, con excepción de un pequeño grupo con el cual he tenido contacto. Desde hace un mes los dragones negros custodian el espacio aéreo y soldados provenientes de otros lugares cuidan las fronteras terrestres impidiendo que alguien entre o salga, a menos que sea por una orden explícita de Kerbasi.
-No puedo creerlo -dijo Nereo sorprendido-. En tan poco tiempo ha logrado demasiado.
-En unos cuantos días esa criatura va a tener los aliados suficientes como para comenzar a buscar al muchacho -agregó Aixa.
-He contactado con unos amigos de la tribu Xing, ellos llegaran aquí mañana en sus dragones. Idearemos algo para intentar detener al enemigo antes de que se haga lo suficientemente fuerte.
-De acuerdo contigo, pero todo esto podría no resultar Isao -le dijo Aixa no muy convencida-. Si acudimos a la batalla en la capital, para intentar detenerlo, y somos aniquilados en el intento, entonces no quedará nadie para defender a los más jóvenes de la tribu. Al final todo terminará en matanza.
-Por eso es que necesitamos que el enviado sea preparado, de él depende todo esto -agregó Isao.
-Pero no hay tiempo Sensei, no podemos entrenarlo en un día, jamás estará listo para enfrentar a la criatura -dijo Nereo.
-Esta vez lo intentaremos sin él. Será muy peligroso, pero debemos arriesgarnos, ya que si seguimos esperando obtendrá más y más fuerza. Si es derrotado no habrá necesidad de que el chico se entere de que es el enviado y podrá vivir una vida tan normal como la de sus amigos.
-Hagámoslo -decidió Aixa.
Los otros asintieron, menos el hijo de Isao.
-Isei, sabes que debes quedarte aquí. No irás a la capital a combatir.
El chico no respondió nada, se quedó en silencio por unos momentos hasta que Nereo le dijo:
-Te llevaré con Kosme y los otros, estoy seguro que de que harás buena amistad con ellos.
El líder de la tribu salió de la sala con Isei, lo llevaría al templo donde seguramente encontraría a los chicos. Estaría más seguro con ellos.
-¿Qué hay de él? -preguntó de repente Aixa.
-¿A quién te refieres?
-Al que lidera el grupo que se opone a Kerbasi en la capital.
-Está bien, aunque su carácter se ha endurecido demasiado con los años -respondió Isao al mismo tiempo que una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro.
-Alguien remediará eso, te lo aseguro -dijo Aixa.
-Estoy de acuerdo contigo.
Los dos se quedaron en la sala, sonriendo por unos momentos. De seguro recordarían los buenos tiempos, tiempos en que Kayla, Amawta y muchos otros se encontraban con vida. Eso no les traía tristeza, sino que al contrario, era una manera de alegrar el día.
Los recuerdos maravillosos eran necesarios en aquellos momentos para no caer en la desesperación y el miedo.
sábado, 18 de agosto de 2007
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1 comentario:
Primero que todo, gracias por pasar por mi blog. Me alegra que te halla gustado lo que leíste.
En cuanto a tu historia, está súper bien encaminada y es bastante agradable al leer, logra atrapar al lector. Se nota que no es una historia suelta, sino que va unida al resto, tiene futuro.
Continúa así que se ve interesante.
Visita mi blog de vez en cuando, siempre es bueno recibir la opinión de otros que también escriben.
Saludos,
Chao.
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