Ahí estaba, recordaba muy bien su nombre, Eizan. Ahora él deseaba la revancha y Kayla no sabía si esta vez ganaría... probablemente no. La agradable brisa que mecía las ramas de los árboles de pronto se detuvo, parecía que el tiempo se había detenido, pero no era así, sólo faltaba que alguno atacara primero, el escenario estaba listo.
-¡Muevete! -gritó Eoin al mismo tiempo que se lanzaba sobre Kayla.
Una bola de fuego pasó volando cerca de ellos cuando cayeron al suelo. Eizan había comenzado, deseaba terminar con todo esto lo antes posible.
-No tendrás tanta suerte la próxima vez -dijo el guerrero dando un salto hacia donde se encontraban.
Eoin se levantó con prisa y agitó el brazo en el aire, como si intentara golpear a su oponente, pero de la manga de su camisa salieron disparadas varias dagas pequeñas y afiladas. Eizan colocó su brazo por delante y una capa de fuego lo cubrió de las cuchillas.
-¡Huye! -le gritó Eoin a Kayla.
La anxelin gateo por el suelo, luego se levantó a toda prisa y corrió hacia unos arbustos.
Eizan intentó golpear a Eoin, pero este esquivaba todos sus golpes con gran agilidad. El Tsathi no jugaba, estaba decidido a que este fuera el último encuentro. De repente Eizan abrió su boca y una bola de fuego salió de esta impactando a Eoin en el pecho y lanzándolo hasta los árboles.
-Deberías haber tomado esta batalla en serio... -le aconsejó Eizan sonriendo, mientras caminaba.
Confiado se acercó a los árboles para buscar el cuerpo del chico, pero se llevó una gran sorpresa al no verlo ahí. Eizan se giró y en ese instante lo golpearon fuertemente en el rostro lanzándolo a tierra.
-La he tomado... con seriedad... -le respondió Eoin jadeando.
Debajo de su camisa llevaba otra, más delgada, pero mucho más resistente a casi cualquier tipo de ataque, especialmente a los de fuego. Era piel de dragón, de color rojo, como el de la sangre.
El muchacho lo tomó por el cuello y comenzó a golpearlo sin piedad. Su prioridad era la salvación de Kayla, no importaba si tenía que matar a su atacante. Aquella convicción tan grande, no sabía de donde venía, tal vez las visiones que desde hacía meses tenía, pero lo llenaba por completo, que era imposible intentar quitarla de él, inclusive, estaba dispuesto a morir por esa causa, algo le daba fuerzas para llevar a cabo tal tarea.
La piel de los Tsathi era bastante gruesa, y los golpes de un simple humano jamás lograrían desgarrarla lo suficiente. Eizan, esperó el momento indicado, y con una patada se sacó al muchacho de encima.
El Tsathi se levantó furioso, dispuesto a matarlo, pero en ese instante su cuerpo se paralizó, lo único que podía hacer era parpadear. Kayla apareció corriendo de entre los arbustos, se arrodilló frente a Eoin y le ayudó a ponerse de pie.
-Vete... no te mataré si lo haces... -le dijo Kayla mientras sus azules ojos brillaban con furia.
Eizan sonrió y le contestó:
-Tu no podrás derrotarme.
No se lo pudo explicar, de repente Eizan ya no estuvo bajo su control, ya no estaba paralizado, ahora caminaba hacia ella rápidamente, pero a sus ojos todo se movía con lentitud, incluso cuando el Tsathi extendió sus brazos y una llamarada se dirigió hacia ella. Sólo con sus manos se protegió del terrible ataque, no fue suficiente y cayó al suelo gritando de dolor. Parecía que el ardor jamás se iría.
Eoin rápidamente quitó de la funda de la espalda de Kayla la vara de cristal y golpeó a Eizan en el pecho haciéndole retroceder unos pasos.
La Anxelin se retorcía de dolor en suelo, mientras que Eoin intentaba inútilmente hacerle frente a Eizan, por muy bueno que fuera en el combate, el Tsathi lo superaba grandemente.
Eoin cayó al suelo sin fuerzas, ya no podía más, había fallado en su misión, no podría proteger a Kayla de aquel desalmado ser. Eizan se acercó a Kayla, desenfundó un sable que portaba en su cinturón y se preparó para asestarle el golpe final. La Anxelin no sabía que hacer, aquellas habilidades tan grandes que se manifestaban en ella no aparecían, estaba perdida, moriría sin duda en aquel lugar, un dolor enorme le oprimía el pecho, sentía tanta tristeza, tanta que deseo gritar con fuerza y llorar todo lo que fuese necesario. Entonces sus ojos se llenaron de lágrimas, ya no resistía.
-Por favor, no me mates... no ahora, espera a que mi hijo nazca... te lo ruego... después me podrás asesinar... -rogó a Eizan.
Al escuchar aquellas palabras el Tsathi quedó pasmado. La mujer que cazaba estaba embarazada, lo habían engañado. Aquella sorpresa lo había dejado paralizado.
Retrocedió, la expresión de horror en su rostro dejó confundida a Kayla, no comprendía, tal vez sus palabras lo habían conmovido, pero no estaba segura.
Cientos de recuerdos vinieron a la mente de Eizan en ese instante. Había prometido cazar a todos los asesinos que pudiera, para vengar la muerte de su mujer y de su hijo que nunca nació. Un sentimiento horrible inundó su ser, deseó morir en aquel momento. Una lágrima cayó por su mejilla izquierda. Todo el dolor que había guardado por tanto tiempo salía de golpe, entonces cayó al suelo inconsciente. Era suficiente, ya no podía esconderlo por más tiempo.
Kayla perpleja vio como de repente Eizan caía al suelo, parecía que sus ojos se habían nublado, parecía estar muerto, aquel individuo se había apiadado de ella.
La Anxelin pasó el brazo por su rostro para secar las lágrimas, poco a poco volvía a tranquilizarse. Eoin se acercó a ella débilmente y le dijo:
-Debemos aprovechar este momento... huyamos mientras está desmayado.
Su parecido con Tensai era tan grande, que no deseaba alejarse. Necesitaba tanto de su marido en aquel momento, no podía imaginarse en qué lugar podía encontrarse, pero cuando lo encontrara no lo regañaría, sino que lo abrazaría con todas sus fuerzas y jamás se separaría de su lado.
-No...
Eoin la observó confundido.
-No nos iremos...
El muchacho se sorprendió por la respuesta, y estuvo a punto de decir algo, pero después se dio cuenta de que ella estaba sufriendo, la mirada triste de Kayla sobre el Tsathi que había intentado matarlos significaba algo que en ese momento él no entendía, pero que tal vez pronto lo haría. Cerró sus ojos y descansó.
sábado, 16 de junio de 2007
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1 comentario:
WWWWEEENNIISSSSSIMOOOOOOOO
Muy bkn Kewin me encantó, son capitulos ue me trasladan realmente a los escenarios que te imaginas, hasta acsi puedo sentir esa brisa que relatas,,me gusta, me transporta a otro mundo.
Te felicito, a veces cuando veolos textos, pienso:
"pucha el kewin se emocionó le salieron re largos, pero cuando empiezo a leerlos, me meto tanto que ni siquiera me doy cuenta y ya se ha terminado dejandome metida pal otro.
...BKNISIMO.
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