jueves, 1 de noviembre de 2007

Capítulo 29: "El Principio y el Fin"

-Tengo que llegar... -se dijo a él mismo mientras corría a toda velocidad a través del bosque.

Su ojo izquierdo brillaba con intensidad, reflejando el conflicto de emociones en su interior. Tristeza, ira, odio, cosas que sentía desde que el poder del Enviado se había manifestado en él.

-¡Nerik!

Una voz conocida; alguien gritaba su nombre desde atrás. Pero no se giró para mirar, sino que corrió con más prisa hasta que salió del bosque y se encontró con un enorme planicie verde. Se detuvo abruptamente y se quedó mirando; a lo lejos había una ciudad en ruinas.

-Nerik... -jadeó Kosme al llegar a su lado.

Pero no dijo nada más, se quedó mirando al mismo punto que su amigo.

-Ahí está June... lo sé -dijo Nerik a Kosme.

Kosme asintió y sin esperar corrieron a gran velocidad a través del enorme campo.

-Nerik... -murmuró June al despertar sobresaltada.

Alberich, que estaba sentado cerca de ella, la miró de reojo y se colocó de pie.

-Tus amigos han tenido la osadía de acercarse demasiado -dijo el cazador mirando a todos lados, como si los estuviese buscando entre los escombros-. Creo que tendré que llevarte antes a Hiver.

Los ojos de June resplandecieron y Alberich salió disparado hasta uno de los muros que después de tantos años permanecían en pie. La muchacha se arrastró intentando alejarse, pero al momento sintó que la tiraban del cabello.

-Eres bastante insolente... podría matarte de una vez por todas -dijo Alberich con enfado lanzándola a unos metros de él-. Maldito LuxFero y sus planes.

-¿Qué planes? -preguntó June con interés.

Alberich soltó una carcajada.

-Los miembros de la tribu Kaji ya deben estar muertos a estas alturas. Tu secuestro ha sido una trampa para el Enviado. Era evidente que vendría en tu búsqueda, así LuxFero acabaría por completo con la tribu.

La sorpresa se apoderó del rostro de June.

-Así es pequeña -se burló Alberich-. Tus amigos se encontraran con una gran sorpresa al regresar.

Una bola de fuego, proveniente desde arriba, impactó en medio de los dos, levantando polvo y escombros. Alberich saltó inmediatamente y se encontró con Kosme quien le golpeo en el rostro con la rodilla devolviendole al suelo.

-¡Nerik! -exclamó June de felicidad al ver al muchacho que la tomaba en sus brazos.

El cazador se levantó, sus ojos resplandecieron y Kosme se retorció en el aire de dolor. Otra bola de fuego estalló cerca haciendo que perdiera la concentración; Kosme cayó a tierra.

-Vuelvo enseguida... -dijo Nerik dejando a June apoyada en un pilar.

Alberich se adentró entre el polvo que la segunda bola de fuego había levantado, de pronto sintió dolor terrible en el estómago, miró a su lado y vio a un muchacho, un poco más bajo de estatura que le golpeaba con tremenda fuerza.
El cazador cayó varios metros lejos de ellos, entre los escombros. Pero no se rendería tan fácilmente, pues desde el suelo comenzó a lanzar varios relampagos.

-¡Al suelo! -chilló June cuando uno de los ataques pasaba cerca de Kosme.

-No veo nada... maldición -farfulló Alberich mientras se ponía de pie, aun dolorido por el golpe.

En ese instante Nerik apareció de la nada y lo sujetó con fuerza por el cuello. Su ojo iquierdo brillaba con intensidad, mientras que el derecho no lo hacía con tanta fuerza.

-El Enviado... -murmuró Alberich mientras intentaba librarse de las manos del airado Nerik, quien apretaba con más fuerza cada segundo que pasaba.

De pronto una bola de fuego estalló en la espalda de Nerik, lo que hizo que soltara al cazador. Nerik cayó de rodillas intentándo resistir el dolor.

-Todavía no es tan poderoso -dijo Akemi observando desde un pilar.

Alberich aprovechó la ocación para alejarse.

Kosme rompió las ataduras de June y le ayudó a ponerse de pie, en ese momento vio a Akemi, quien se suponía estaba luchando contra los otros.

-¡¿Dónde están los otros?! -demandó saber Kosme furioso.

Akemi se dio la vuelta para observar a los dos y entonces se echó a reir. Kosme lanzó una bola de fuego, pero Akemi la esquivó de un salto y se dirigió hacia donde se encontraban.

-¡Maldita! -gritó June quien extendía su brazo con rápidez.

Una onda invisible se escapó de las manos de la muchacha e impactó justo en el pecho a Akemi mandándola a volar.
Alberich apareció en un abrir y cerrar de ojos y de un golpe derribó a Kosme, luego sujetó a June de las manos para impedir que se moviera.
Akemi se levantó de entre los escombros, se sacudió la tierra que tenía encima y caminó con total delicadeza hasta Alberich, pero de repente un relámpago le atravesó el pecho.

El cazador lanzó a June hacia un lado y corrió hasta Akemi, quien caía al suelo sin expresión en el rostro, tal como si estuviese muerta.

-¡Maldito! -dijo a Nerik quien estaba de pie a unos metros atrás de ella.

Nerik cayó al suelo, con un terrible dolor de cabeza, además, no podía ver bien y sus rodillas le temblaban.
Alberich sujetó a Akemi en sus brazos, pero esta no reaccionaba; un hilo de sangre salía desde su boca; su ropa, a la altura del pecho, estaba negra, como si se hubiese quemado.
El cazador la dejó en el suelo, un dolor inmenso se adueñaba de su ser, no podía resistirlo. Se avalanzó contra Nerik rápidamente, vengaría a toda costa a la única mujer por la que alguna vez había llegado a sentir algo. Pero sus planes se frustraron cuando una cortina de fuego le bloqueó el paso. Miró a su alrededor para encontrar al autor, y vio a una mujer de cabello castaño y crespo que apareciá desde unas columnas seguida por otros dos individuos que no alcanzaba a ver muy bien.

-Me las pagaras... -farfulló para luego correr hasta donde yacía Akemi y desaparecer junto a ella en un parpadeo.

-Sensi Garaadria... -dijo Kosme mientras se acercaba junto a June.

La cortina de fuego se esfumó y Garaadria junto a Camela y Malena ayudaron a Nerik a ponerse de pie, quien aun se quejaba por el dolor de cabeza.

-¿Qué le sucede, Sensei? -preguntó June.

-Ha utilizado habilidades que sólo puede usar teniendo pleno dominio del poder del Enviado -contestó la mujer mientras cubría los ojos de Nerik con sus manos.

-He vengado... he vengado a mi amigo... -balbuceó Nerik y luego sonrió.

Kosme observó a todos lados, buscando a la mujer que los atacaba.

-La mató -dijo June-, mató a la mujer que asesinó a Dazke en el palacio de la capital. Esa Anxelin... Alberich debe habersela llevado.

-Al parecer, el sentimiento de venganza de Nerik ha desaparecio... -dijo Kosme- ya que lo único que deseaba era vengar a Dazke.

-Ese relámpago debe haberla matado de inmediato... -murmuró June.

Ninguno de ellos se sintió feliz por lo sucedido, que alguien muriera, fuera del bado que fuera, no era motivo de celebración alguna.

-Ya es suficiente... -dijo de repente Garaadria- demasiada gente ha muerto...

Kosme le observó preocupado, algo en la mirada de la mujer le hizo pensar que alguno de sus compañeros había fallecido, pero no quiso preguntar nada, sintió que no era el momento.

-Akemi... -murmuró Alberich mientras dejaba el cuerpo de la mujer sobre un campo de flores.

En ese lugar sus sollozos no serían escuchados por nadie. Sujetó con fuerza la mano de Akemi.

-Sé que eres fuerte... no te mueras aquí, resiste un poco más... LuxFero podría ayudarte.

Las lágrimas cayeron por su rostro, nunca había sentido tanta tristeza en su vida y jamás pensó que la llegaría a sentir. El corazón casi le estallaba de dolor. En ese instante, Akemi abrió un poco los ojos, aun estaba con vida.

-¡Akemi! -celebró Alberich.

-Alberich... -murmuró ella- eras demasiado joven...

Akemi sonrió, su brazo se levantó tembloroso y tocó el húmedo rostro del muchacho. Alberich cerró sus ojos y apretó los dientes, el dolor era demasiado, sólo había una manera posible de soportarlo.

-Te vengaré... lo juro... -dijo sintiendo inmendo odio hacia Nerik al mismo tiempo que hacía un esfuerzo increible por aguantar la tristeza.

-No lo hagas... -contestó ella sorpresivamente.

-¿Qué? -preguntó Alberich desconcertado.

-Tú bien sabes... que yo, hace muchos años... prometí cuidar de ese niño... el hijo de Kayla debe sobrevivir... he cumplido mal con mi destino... si hubiese mantenido mi palabra en vez de guiarme por el odio hacia quienes me torturaron y ocacionaron la muerte de Kayla... si deseas hacer algo por mi, entonces cuídalo... pero en secreto, ese fue mi plan desde que lo vi por primera vez en la capital... lamentablemente asesiné a uno de sus amigos... mi muerte le agradará bastante...

-Akemi... -murmuró Alberich.

-Hazlo... por mi... este lugar es perfecto para mi muerte... al fin me reuniré con mis amigos... al fin entendí toda la verdad... lamento tanto no haber cumplido con mi promesa... espero que Kayla y Tensai me perdonen...

Akemi cerró los ojos y sonrió. Después de haber ocultado por tantos años su dolor podía morir en paz.
Alberich se levantó, cortó algunas flores y las dejó sobre su pecho, ennegrecido por el ataque de Nerik.

-No me olvidaré de lo que me has dicho... -dijo el cazador antes de marcharse, dejándola en aquel hermosa lugar que se convertía en la tumba de la Anxelin.

Garaadria llevaba a Nerik con ayuda de Kosme, mientras Camela, Malena y June les seguían de cerca. Pronto llegaron al claro en el que anteriormente habían estado luchando contra Akemi. Bohutt se encontraba ahí, junto al cuerpo sin vida de Kai-Wén.

Kosme se detuvo de golpe al observar al muchacho tirado en el suelo. June se quedó boquiabierta, mientras Camela y Malena apartaban la vista de tan dolorosa escena.

-Kai-Wén... -murmuró Nerik.

El muchacho presentaba una herida en el pecho, hecha por un sable, junto a una gran quemadura.

-Camela -llamó Garaadria-. Ayuda a Bohutt a cargar el cuerpo de Kai-Wén. Tenemos que volver de inmediato. Si no llegamos a tiempo, toda nuestra tribu habrá sido eliminada.

Camela asintió y reanudaron el paso; no era momento para lamentarse, muchos otros tendrían el mismo destino que Kai-Wén si no se apresuraban.

-Tardaremos demasiado... -dijo Kosme.

-No, un amigo me ha traído... el nos llevará en su dragón, tardaremos unas pocas horas...

Kosme sonrió y asintió, podía imaginarse de quien se trataba.

Nerik se sintió extraño al ver al muchacho ahí muerto, una sencación parecida a la tristeza brotaba en su interior. Entonces entendió. La muerte de Kai-Wén causaba tristeza en él, aunque no lo reconocía del todo. No importaban las rivalidades, ni el rencor, después de todo los dos pertenecían a la misma tribu, al final todos eran como hermanos.

-Si pudiera regresar al tiempo en que era niño, no dudaría en intentar hacer amistad con todos ellos... -murmuró mientras miraba Camela, Malena, Bohutt y Kai-Wén.

Buscó en su interior, el odio, impotencia y la ira se alejaban poco a poco, entonces se sintió bien. Observó a June unos momentos, estaba decidido a contarle lo que sentía por ella; pensó en que serían felices juntos.

No hay comentarios.: