Una criatura envuelta en vendas, de ojos rojos, piel arrugada y tan negra como la noche atravesó el muro de la habitación como si esta estuviera hecha de papel.
Aixa agitó uno de sus brazos bruscamente y los escombros los rodeadon sin hacerles daños.
Otro de los mismo entró siguiendo al primero y le dio un fuerte empujón a Aixa, la que voló por la habitación hasta estrellarse contra dos camas.
-¿Qúe dia...?
El ser golpeó a Bohutt con fuerza en la cara, tanto que el muchacho quedó inconsciente inmediatamente.
Los dos se acercaron a Kosme, pero de repente se quedaron paralizados y luego salieron disparados a través del mismo agujero que habían dejado al entrar. Kosme se giró y vio a Aixa con los brazos extendidos; sus ojos brillaban con intensidad.
-Nibas... -murmuró Aixa.
-¿Nibas? -preguntó Kosme.
-Son humanos maldecidos por el poder de LuxFero; hace cientos de años le juraron lealtad. Cambiaron todo lo que eran sólo por las ansias de poder -respondió Aixa-. LuxFero los ha enviado para aniquilar a la tribu Kaji.
-June... Nerik... -dijo Kosme en voz baja.
-Lleva a Bohutt a un lugar seguro -ordenó Aixa.
Kosme asintió y subió a Bohutt a su espalda. Aixa se acercó al agujero dejado por los Nibas y después de unos segundos hizo una seña para que saliera. Kosme corrió con rapidez, salió al patio y miró a todos lados. Unas criaturas aladas vigilaban el lugar desde el aire, mientras que docenas de Nibas se enfrentaban a un grupo de guerreros Kaji. Se dirigió hacia una esquina del templo velozmente y desde ahí vio a un grupo de niños entrando en el bosque siendo seguidos por Nerik.
-¿Qué fue eso? -preguntó June al escuchar una explosión.
-Iré a revisar -respondió Garaadria-. Adelante, entra, Isao cuida de Isei.
Garaadria volvió por oscuro pasillo y dejó a June, quien abría con mucho cuidado la puerta. Al ingresar su visión se hizo nula por la brillante luz que entraba a través de las grandes ventanas de la habitación.
Isao se encontraba arrodillado a un lado de la cama, levantó la cabeza ligeramente para verla y sonrió.
-Me alegra que estés a salvo, June -dijo en voz baja-. Isei se despertó unas cinco veces, siempre para preguntar por ti.
June sonrió avergonzada. Isei yacía en la cama herido de gravedad, mientras que sus pensamientos siempre habían estado con Nerik.
-Yo... lo siento mucho -se disculpó June.
-No, no te preocupes, no es tú culpa, June -contestó Isao.
De pronto la habitación temblo ligeramente.
-¿Sentiste eso? -preguntó Isao colocándose de pie.
-Si, es un poco extraño. Hace unos momentos oímos una explosión, pero Sensei Garaadria fue a investigar -contestó June.
Nuevamente tembló, pero esta vez más fuerte. De pronto esucharon que alguien corría por el pasillo, directo al cuarto en el que estaban. La puerta se abrió de golpe y Garaadria entró rápidamente.
El brazo de la mujer estaba herido, la sangre se resbalaba por su extremidad; Garaadria se tambaleó, June se acercó a ella y le ayudó a mantenerse en pie.
-¿Quién te hizo eso? -preguntó Isao.
-Esas criaturas aladas... tienen una fuerza increible... -respondió Garaadria- han invadido el lugar.
La puerta se desplomó y dos Teceleto entraron sonrientes y ansiosos por destruir.
Isao lanzó una bola de fuego que la criatura bloqueó con su brazo como si nada. Uno de los Teceleto se avalanzó sobre Isei, pero Isao lo quitó rápidamente, mientras que la criatura destruía la cama como si se tratara de un simple pedazo de madera.
Los ojos de June resplandecieron y el Tecelot que había intentado matar a Isei salió disparado por la ventana. La otra criatura se aprovechó de la distracción y tomó a la chica por el cuello.
-¡Sueltala! -gritó Isao mientras dejaba a Isei en el suelo.
Garaadria saló a la espalda de la criatura y lo sujetó con fuerza del rostro.
-Arde maldito... -farfulló la mujer.
Las manos de Garaadria fueron envueltas en fuego; la criatura comenzó a gritar con desesperación, pues si bien el fuego no afectaba ninguna otra parte de su cuerpo, si sus ojos eran vulnerables.
El Tecelot soltó a June y se sacudió con fuerza logrando sacarse a Garaadria de encima, pero en ese instante Isao le quitó un puñal que llevaba en la cintura y lo enterró en su frente. El Tecelot cayó muerto al instante.
-Al parece ya adivinamos cual es la forma de matarlos... -dijo Isao mientras respiraba agitado.
-Hay que sacar a Isei de aquí -dijo June mientras corría hasta donde se encontraba el muchacho.
-Concuerdo con eso -agregó Garaadria.
-Sácalo por la ventana, June -pidió Isao.
La Anxelin asintió sin dudar y lo tomó en sus brazos. En ese momento tres Tecelots llegaron a la habitación.
-¡Sácalo de aquí, rápido! -gritó Isao mientras las criaturas se dirigían hacia ellos.
June corrió hacia la ventana con dificultad y saltó hacia abajo, pues se encontraban en el segundo piso del templo.
-¡June! -exclamó Isei al verla justo cuando ella aterrizaba.
June dejó a Isei en el suelo y abrazó con fuerza a Kosme.
-Estaba preocupado por ti -dijo el muchacho sonriendo.
-¿Dónde está Nerik? -preguntó la muchacha.
-De eso te iba a hablar -respondió Kosme-. Lo he visto hace unos momentos llevando a un grupo de niños hacia el bosque.
-Van hacia el lago, eso es seguro... -dijo June.
-Debemos seguirlo, Isei y Bohutt estarán más seguros ahí -agregó Kosme.
June asintió, luego entraron en el bosque.
-¡Más rápido! -ordenó Nerik a los niños quien parecían bastante cansados.
En ese momento un sujeto de cabello blanco con un parche negro sobre el ojo izquierdo apareció frente a ellos bloqueandoles el camino.
-¿Dónde está Kosme? -preguntó el sujeto sin quitar la mirada de Nerik.
-En algún lado, pero no aquí... -respondió Nerik al mismo tiempo que hacía un ligero movimiento con su rostro hacia adelante.
El extraño sujeto voló hacia atrás, como si algo hubiese estallado frente a él. A duras penas se detuvo a varios metros de distancia; el poder con el que lo habían empujado era enorme, y eso él lo entendió.
-Ya veo... -dijo el individuo- no pude reconocerte antes, tus ojos son de otro color y al parecer has crecido un poco.
Nerik hizo que los niños junto a La-Meng retrocedieran.
-Hace mucho tiempo tú me apuñalaste por la espalda, justo cuando lograría cumplir con mi venganza. No valías la pena en ese entonces ¿verdad?.
Nerik le observó con sorpresa, ahora lo recordaba, era el sujeto que había intentado matar a Kosme hacía mucho tiempo atrás. La rabia dentro de Nerik creció y sus ojos azules brillaron con intensidad. Satsujin era su nombre.
-Esta vez... no podrás conmigo... -murmuró Nerik.
La tierra frente a Satsujin se levantó bruscamente, una fuerza invisible, muy poderosa, lo levantó y lo lanzó contra los árboles. El ojo derecho de Satsujin brilló de color rojo y su cuerpo intentó detenerse. Nerik corrió hacia él a toda velocidad y al alcanzarlo en el aire le dio un puñetazo en el vientre. Satsujin escupió sangre y luego de parecer que se había quedado inmovil frente al golpe cayó al suelo cavando un gran agujero. Nerik itentó atacarlo de nuevo, pero esta vez fue él el que retrocedió por causa del invisible ataque lanzado por Satsujin. El Anxelin salió herido desde hoyo en el que se encontraba.
-Nada... mal... -dijo Satsujin sonriendo.
Se limpió la sangre que brotaba de su boca y sacudió el polvo de sus ropas. De inmediato se lanzó contra Nerik con el puño en alto, el muchacho hizo lo mismo y los dos se estrellaron con fuerza, pero ninguno cedió.
-¡Nerik! -llamó alguien.
La-Meng y los niños se giraron, entonces vieron a Kosme y a June corriendo hacia ellos.
Satsujin se alejó de Nerik en ese momento.
-Satsujin... -murmuró sorprendido Kosme al verle ahí frente a Nerik.
-¿Qué hacen aquí? -preguntó La-Meng como si sólo él y los niños tuvieran el privilegio de estar en el bosque.
Kosme dejó a Bohutt en el suelo e intentó despertarlo, mientras La-Meng recibía a Isei.
-Al fin has llegado... -dijo Satsujin sonriendo con satisfacción- temía acabar con tu amigo y no poder encontrarte.
Nerik corrió hacia ellos ignorando a Satsujin. Bohutt se colocó de pie algo desconcertado y con el rostro dolorido.
-Me alegra verlo a salvo... -dijo Nerik mientras abrazaba a los dos.
June y Kosme le devolvieron el abrazo. Luego se separaron y la muchacha le dijo:
-Tenemos que poner a todos a salvo... los Kaji están siendo eliminados por esas criaturas.
-En cuanto deje a los niños iré a ayudar... -dijo Nerik- pero antes debo terminar con esa pobre existencia.
Los tres observaron a Satsujin, quien les devolvía la mirada con entusiasmo.
-No -refutó Kosme de pronto-, es mi deber hacerlo, él eliminó a todos mis seres queridos, él asesinó a mi padre- Seré yo quien lo detenga.
Nerik asintió con un poco de duda; Satsujin había demostrado ser un poderoso luchador al resistir sus ataques, tal vez Kosme no resultaría victorioso en aquella batalla, pero aun así no le podría detener.
-Pueden seguir tranquilos hacia el lago -les dijo Kosme sonriendo, confiado de sí mismo-. En unos momentos los alcanzaré.
Así fue que los dejaron; de una vez por todas podrían arreglar las cuentas.
Satsujin lanzó tres puñales hacia Kosme, pero el muchacho los esquivó con agilidad. Kosme corrió hacia su atacante, sabía que el asesino tenía habilidades iguales a las de June o Nerik, pensaba que en cualquier momento podía quedar paralizado, y así fue.
-Demasiado confiado... -se burló Satsujin.
Su ojo rojo resplandeció. El asesino se acercó hasta el muchacho, una extraña energía oscura rodeó su mano derecha.
-Esta es una versión nueva y diferente del relámpago utilizado por los Anxelin -dijo sonriendo.
Kosme intentaba luchar, salir del control de Satsujin, pero no podía, era inutil hacerlo. Entonces vio como el asesino de su padre levantaba el brazo y le apuntaba con la mano. Recordó a todos sus amigos, todos los que habían perecido por culpa del asesino. No podía ser vencido, tenía que vengarlos de alguna manera.
Un relámpago negro escapó de la mano de Satsujin y se dirigió directo hacia Kosme, pero una explosión en medio de los dos lanzó a Satsujin lejos de él. El asesino se colocó rápidamente de pie, para evitar cualquier ataque sorpresa y vio a Kosme, ya no sometido a su control, parado a unos metros de él entre el polvo y la tierra.
-Al parecer se te ha olvidado que a pesar de ser mitad Tsathi fui entrenado con los Kijutsu... puedo controlar la naturaleza...
Las ramas de los árboles se movían, sus raíces se levantaban de la tierra y danzaban amenazantes cerca de él.
-¡A ver si puede con esto! -exclamó Satsujin levantando sus brazos.
Una onda lanzó lejos todo a su paso, pero Kosme se quedó inmovil. Sus pies parecían haber sido tragado por la tierra.
-No puedo comprender con claridad el poder que realizas con tu mente, puede mover cosas a tu antojo, pero no tienes el poder para desear que alguien muera y así suceda. Mientras esté firme, tu no podrás vencerme.
Satsujin se enfurenció por las palabras del chico, pues lo acababa de humillar, a él y a sus habilidades. Entonces otra vez su mano fue envuelta en la energía oscura de antes.
-¡No lo harás de nuevo! -exclamó Kosme al mismo tiempo que varias raices brotaban de debajo de Satsujin y sujetaban sus brazos, impidiendole hacer cualquier movimiento.
Kosme apuntó con dos de sus dedos y disparó varios rayos de azules, parecían servir sólo para iluminar, pero cuando tocaban a Satsujin le producían una dolorosa quemadura.
El Anxelin gritó de dolor y su ojo derecho volvió a resplandecer, las raíces que lo sujetaban se convirtieron en cenizas de inmediato y los rayos que Kosme lanzaba se desviaban en cuanto se acercaban demasiado.
-Maldito... -farfulló Kosme.
Satsujin corrió a toda velocidad hacia Kosme, quien a cada momento hacía que del suelo se levantaran rocas para intentar detener el avance de su atacante. Pero no servía de nada.
Satsujin llegó hasta donde se encontraba Kosme e intentó golpearle, pero el chico bloqueó el ataque, entonces Satsujin rápidamente le dio una patada en el pecho lanzándolo hacia atrás. Kosme cayó al suelo y Satsujin se avalanzó sobre él para terminar la pelea, pero el muchacho rodó a un lado para evitar el golpe. El Anxelin era demasiado rápido, parecía que había liberado toda su fuerza de una vez.
Ambas manos de Satsujin fueron rodeadas de energía oscura y comenzó a lanzar rayos a todos lados. Kosme a duras penas lograba esquivarlos y debes en cuando debía hacer que las rocas le protegieran de los impactos. El muchacho atacó con rayos de luz, pero esto no surtían efectos, desaparecían cuando estaban a punto de tocar el cuerpo del Anxelin.
-¡Ahora no tienes duda de mi poder! -gritó Satsujin para luego soltar una macabra carcajada.
Kosme se escondió detrás de un árbol, intentaría hacer algo que jamás se le hubiese ocurrido de no estar en esa situación desesperada. Los rayos de luz color azul que lanzaba contra el Anxelin rodearon sus manos, tal y como él lo hacía con esa extraña energía antes de disparar relámpagos. Cuando ya hubo suficientes envolviendo sus manos el árbol estalló en mil pedazos por causa de uno de los ataques de Satsujin.
Kosme apuntó ambos brazos, los juntó rápidamente y extendió dos dedos de cada mano. Los rayos azules giraron más rápido aun y se convirtieron en una sola fuente de energía. Satsujin sonrió e hizo lo mismo, pero de sus manos de escaparon dos relámpagos. Kosme disparó la energía azul en su mano y esta colisionó contra el ataque del Anxelin.
Las ramas de los árboles que los rodeaban se agitaron con fuerza, como si tuvieran vida propia para hacerlo que desearan, las raices hicieron lo mismo en todo el suelo.
-Esto es por mi padre... -murmuró Kosme.
El rayo azul devolvió los relámpagos al que los había lanzado provocando una gran explosión que lanzó a Kosme varios metros hacia atrás.
-¿Qué fue eso? -preguntó June al sentir el ruido de la explosión en el momento que llegaban al lago.
-No lo sé, pero espero que Kosme se encuentre bien... -respondió Nerik mirando hacia el bosque.
Poco a poco todo se calmó, la ráfaga causada por la explosión y el polvo se desvanecieron. Kosme se levantó lentamente, un poco cansado, pero no del todo.
-Creo que lo logré... -dijo a sí mismo con entusiasmo.
Caminó hasta un agujeron en el suelo causado por el ataque, deseaba ver el cuerpo del asesino para quedarse tranquilo, pero Satsujin no estaba ahí.
-¡Maldito gusano! -exclamó al momento de salir entre los árboles.
El Anxelin, ya sin energía como para poder realizar ataque alguno se lanzó sobre Kosme con una daga en su mano. Kosme sujetó sus brazos con fuerza, para evitar ser herido, en ese instante, sorpresivamente, Satsujin dejó de forcejear, de su boca brotó sangre y desde su pecho aparecieron varias ramas afiladas en sus puntas, como si un carpintero las hubiese preparado efectivamente para eso.
-Adios... Satsujin... -dijo Kosme mientras las ramas levantaban el cuerpo sin vida de uno de los más grandes asesino conocidos- este era tu destino...
Kosme se levantó y le echó una última mirada al Anxelin, desde ahora en adelante se quitaba un gran peso de encima, ya nunca más se sentiría perseguido. Luego de unos momentos comenzó a caminar tranquilamente con dirección al lago.
-Al fin aparecen, creí que mis amigos los habían matado en el templo... -dijo un sujeto vestido de negro, de tez pálida, cabello plateado, como el de un Anxelin y tenía los ojos de color rojo, tan amenazantes que ni siquiera le podían mirar a la cara
El extraño estaba rodeado de varios Tecelots y Nibas. Habían aparecido de repente frente a ellos en el lago.
-Mi nombre es Asnaq, el gran LuxFero me ha enviado... -dijo sonriente mientras las criaturas desenfundaban sables y otras armas como hachas.
Nerik y June retrocedieron de inmediato, el poder del nuevo enemigo era tanto que infundía miedo a quienes se acercaran tan sólo unos metros.
domingo, 18 de noviembre de 2007
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